CHICOS, CHICAS, NO ESTÁIS SOLOS

Esta entrada está destinada especialmente para los adolescentes que visitan este blog. En el cual quiero que reflexionemos juntos sobre las emociones que estáis experimentando en este etapa de vuestra vida.

Como ya hemos hablado en entradas anteriores, la adolescencia es un período de transición entre la niñez y la edad adulta en la cual hay ciertos aspecto físicos y emocionales que os afectan en vuestro día  a día. 

Habrá momentos en los cuáles vuestra emoción predominante sea la tristeza y no sepáis muy bien porque, como hemos comentado en diversas ocasiones, ésta se caracteriza por ser un estado de decaimiento moral en el cual creéis que el resto de mundo esta en vuestra contra, que nadie os entiende, no tendréis ganas de hablar con nadie y mucho menos con vuestros padres y vuestros profesores.

Pero me gustaría que a través del siguiente vídeo realizado por Hirukide. Familias numerosas de Euskadi.

Aunque es un vídeo destinado a padres me parece interesante que vosotros lo vierais, porque os sentiréis identificados con los protagonistas del corto. Y podréis empatizar con ellos y con las sensaciones que les invaden cuando vosotros pensáis y sentís que no os comprenden.

Me gustaría que con este vídeo reflexionéis a cerca de lo positivo que es hablar sobre vuestros sentimientos y en el que, cuándo nos preguntemos que nos esta pasando, porque nos sentimos con ese vacío, aprendáis a gestionar la tristeza y la rabia que os invade y consigáis sentiros cómodos con vosotros mismos y con vuestro alrededor.

Para finalizar me gustaría deciros que todo pasa chicos y hablar y exteriorizar lo que sentís tanto sea positivo como negativo os puede ayudar a sentiros muy bien.

Si esto no funciona contármelo, porque os garantizo que siempre ayuda, hablar siempre os ayudará a sentiros mejor

Para terminar me gustaría que os sintierais especiales porque de verdad sois únicos en el mundo y en esta etapa de vuestra vida las emociones se viven más intensamente.

Porque cuando estas en esta edad lloras con más ganas, pero también ríes más fuerte.

Un saludo, Lidia.