domingo, 10 de enero de 2016

DUELO

En la entrada de hoy, voy hablar sobre el duelo. Muchos no conoceréis que significa esta palabra pero seguro que lo habéis sentido alguna vez.


La definición según La Real Académica de la Lengua Española es: "Demostraciones que se hacen para  manifestar el sentimiento que se tiene ante la muerte de alguien". 
Aunque también se llama duelo a la pérdida en general, no tiene por qué ser en concreto ante la muerte.
Un ejemplo claro que seguro que habéis vivido y si no lo habéis sentido, quizás lo experimentéis es la ruptura de una pareja sentimental, es decir vuestro novio o novia.
Esto también es una pérdida, un punto de inflexión, en el cual cambia nuestra forma de ser y de comportarnos, y estamos durante un tiempo tristes.
Hay diferentes estudios que nos poner de manifiesto que el duelo tiene varias fases que normalmente se repiten en diferentes situaciones y con personas distintas pero siempre son las mismas fases, aunque en el contexto donde más claramente se diferencia es ante la muerte.

La página web llamada "Apoyo al duelo", trata este tema con delicadeza y nos pone de manifiesto todo lo necesario para poder afrontar estas situaciones traumáticas.

La primera fase, es la Fase de shock, en la cual nos negamos a aceptar la realidad de lo que está ocurriendo. Estamos desconcertados y no somos muy conscientes de la situación.
Es una fase con tintes protectores que nos ayuda en la asimilación de la realidad concebida y puede durar desde horas hasta varios días.

La segunda fase es la llamada, de rabia o agresiva, en esta fase nos sentimos inseguros y con baja autoestima y la rabia y la agresividad contenida puede exteriorizarse ante las personas que más cercanas tenemos.

A la tercera fase se la denomina, Fase de desorganización o desesperanza.
En este momento empezamos a ser consciente de la pérdida, incluso hay personas que dicen sentir aún "la presencia" de su ser querido. Es común sentir apatía, tristeza, desinterés...

Y para finalizar, la última fase es llamada Fase de reorganización, es la fase de adaptación en la cual aceptamos que nuestro ser querido se ha marchado y no volverá a nosotros pero poco a poco la tristeza irá transformándose en una emoción reparadora.

Estas cuatro fases no son rígidas, ya que podemos ir experimentándolas a los largo del tiempo y volver de unas a otras.

Cada persona vivirá la pérdida de una forma distinta y cada uno se recuperará en tiempos diferentes, y aunque el vacío es irremplazable, debemos avanzar para que nuestra vida sea lo más confortable posible. Además estas experiencias nos ayudarán como crecimiento personal.

Un saludo, Lidia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario